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La Coherencia en el Liderazgo: Más Allá de las Palabras

Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es la única manera.-Albert Einstein

Predicar con el ejemplo es todo lo contrario de "haz lo que te digo y no lo que hago". Todos lo tenemos claro y todos lo compartimos. Nos encnata hacerlo en nuestras redes, en videos, reels, espectaculares fotografias, con esa frase enfatizada en el centro.

Bueno, en teoría, claro.

Nos encanta decir que así es y lo repetimos como un mantra. Pero a la hora de actuar, hacemos todo lo contrario.

Déjame que te ponga un par ejemplos reales. Te van a encantar. Puede que no sean idénticos a lo que hayas vivido, pero se le van a parecer mucho.

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No hace mucho de esta conversación con una mentorizado (M) mío,


M-"Quiero tener personas que se cuiden, que tengan una alimentación sana y equilibrada, y que se tomen tiempo para hacer ejercicio. Un colaborador sano es un colaborador productivo".

Y-"Me gusta ese pensamiento. ¿Cuánto deporte haces tú?"

M- No, yo no hago deporte, no me gusta.

Entonces, ¿cómo esperas convencerlos? ¿Y eso de predicar con el ejemplo dónde quedó?

¡Eh, no tiene nada que ver! Yo no entro en la categoría de empleado.


Yo lo que veo ahí es un punto de fricción es lo que yo veo entre planificación y ejecución en este caso.


Espera, que va otro ejemplo.


M-Estoy harto de que no haya puntualidad en las reuniones. Siempre hay que empezar de nuevo cada vez que entra alguien. Y para colmo, se planifican estas reuniones con una semana de anticipación, no hay excusas.

La siguiente reunión, esa misma persona, mi mentorizado, es la persona que llega 20 minutos tarde. Terminando la reunión le pregunto:

Y-"¿Tienes un minuto?"

M-"Claro, Andrés".

Y-"¿Te das cuenta que después de tu disertación sobre la puntualidad, tú eres el que llegó tarde?"

M-"Es que yo tengo muchas cosas que hacer y, como soy el jefe, puedo llegar tarde y no hay problema." ¿Y lo de predicar con el ejemplo?

M-Eso es de mí hacia abajo, yo no entro en esta categoría.


En defensa de ambos casos, minutos después recibí una llamada diciendo que llevo razón y que vamos a trabajar sobre eso. Y quiero dejar claro, que no es que sea obligatorio tener esos comportamientos u otros distintos.

Cada organización tienes sus principios y valores y por lo tanto su cultura propia. Con lo que no estoy de acuerdo es que imponer esos principios, valores y normas a los colaboradores/empleados, pero que no afecten a los líderes de la organización.

Desde mandos intermedios, hasta el último de los líderes (el empresario/emprendedor incluidos claro), se deben regir por esos mismo principios y normas.


Y de eso quiero que reflexionemos hoy: sobre la jerarquía, su importancia y su responsabilidad, independientemente del tipo de organización que tengas en tu empresa.


En el ejemplo de la salud del inicio. ¿Cómo puede un líder esperar que sus empleados adopten hábitos saludables si él mismo no los sigue? La coherencia entre palabras y acciones es crucial. Cuando un líder practica lo que predica, establece una credibilidad inquebrantable. Pero cuando sus acciones contradicen sus palabras, siembra desconfianza y falta de respeto. En lugar de motivar, termina desalentando a su equipo.


Y para el caso de la puntualidad, pues algo muy parecido ocurre.

Este tipo de comportamiento crea fricción y resentimiento. Si los líderes no pueden seguir sus propias reglas, ¿cómo pueden esperar que otros lo hagan? Predicar con el ejemplo no debería ser una opción, sino una obligación moral y profesional.


La coherencia entre palabras y acciones debe ser siempre una prioridad.


La Responsabilidad del Líder

Los líderes tienen una responsabilidad inmensa. Sus acciones tienen un impacto directo en la cultura y el rendimiento de su equipo. Un líder que predica con el ejemplo no solo establece un estándar de comportamiento, sino que también inspira a su equipo a alcanzar su máximo potencial.

Algunos podrían argumentar que la jerarquía justifica ciertos privilegios y exenciones. Sin embargo, la verdadera autoridad se gana, no se impone.

Un líder que vive de acuerdo con los valores que promueve demuestra integridad y compromiso. La jerarquía no debe ser una excusa para la incoherencia, sino una plataforma para modelar el comportamiento deseado.


Consecuencias Prácticas de la falta de Coherencia

La falta de coherencia entre las palabras y las acciones puede tener consecuencias imprevisibles.

En primer lugar, erosiona la confianza. Un equipo que no confía en su líder es menos probable que sea leal o comprometido.

En segundo lugar, disminuye la moral. Cuando los empleados ven que las reglas no se aplican por igual, se sienten desvalorizados y desmotivados.

Finalmente, afecta la productividad. La inconsistencia en el liderazgo crea un ambiente de incertidumbre y confusión. Los empleados no saben qué esperar y, por lo tanto, no pueden rendir al máximo de sus capacidades.

Un líder es aquel que conoce el camino, anda el camino y muestra el camino.- John C. Maxwell

Mi Reflexión Final

Predicar con el ejemplo es más que una estrategia de liderazgo; es una filosofía de vida. O al menos así lo veo yo desde mi punto de vista. Exige honestidad, integridad y compromiso con los valores que uno promueve. Como líderes, debemos recordar que nuestras acciones hablan más fuerte que nuestras palabras.


Os invito a todos a los que ocupáis posiciones de liderazgo, en cualquier tipo de organización, a reflexionar sobre la coherencia entre tus palabras y tus acciones. ¿Estás realmente viviendo los valores que promueves? ¿Tus acciones inspiran confianza y respeto en tu equipo?


La próxima vez que te encuentres promoviendo un valor o una conducta, pregúntate: ¿Estoy predicando con el ejemplo? Porque, al final del día, un buen líder no es aquel que dice lo que debe hacerse, sino aquel que muestra cómo se hace.


¿Quieres compartir, experiencias que hayas tenido como ésta?¿Qué opinas tú sobre la importancia de predicar con el ejemplo en el liderazgo?

Comparte tus historias y reflexiones en los comentarios. ¡Sigamos aprendiendo juntos!


¡Hagamos de esta una conversación enriquecedora y transformadora!

Saludos a todos(as) y un fuerte abrazo,

Andrés

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