top of page

¿Estás ocupado o estás avanzando?

Estar ocupado es la forma más elegante de evitar lo importante.- Greg McKeown

¡Bienvenid@ a la edición 95 de The Momentum!

🎉 Gracias por seguir aquí cada semana.Si es tu primera vez, te cuento. Esta es una newsletter pensada para líderes, emprendedores y equipos que quieren construir empresas más rentables, humanas y sostenibles a largo plazo.

📬 Suscríbete en mi web: https://lnkd.in/eJE_AhF5

🔗 Suscribirte en LinkedIn: https://lnkd.in/gbHeZgzZ


La semana pasada terminé agotado. De esas semanas en las que parece que no has parado ni un segundo.


Correos, llamadas, reuniones, documentos, imprevistos, decisiones…


La sensación del típico día en el que crees que, si te detienes un momento, todo se viene abajo. Y al mismo tiempo, esa sensación de "¡sí se puede!" del que está haciendo mil cosas.


Pero al final de la semana, me hice una sola pregunta:


¿Todo esto que he hecho, me ha acercado a donde realmente quiero ir?


Me quedé mirando por la ventana con cara de: pueeeeeees... no lo sé.


Incomodísimo.


Y ahí está el verdadero problema.


No es trabajar mucho. No es esforzarse. No es tener días intensos.


El problema real es confundir actividad con avance.


Hacer muchas cosas no significa que estés progresando. Significa que estás ocupado. Y estar ocupado, en el mundo empresarial, es una forma muy aceptada (y muy peligrosa) de evitar lo esencial.


A veces de forma inconsciente y otras por puro hábito.


Seamos honestos, no montaste tu empresa para pasarte el día apagando fuegos.


No decidiste emprender para vivir atrapado en una agenda que no controlas.


No querías pasar las noches pensando cómo vas a sobrevivir mañana.


Y sin embargo, muchos acabamos atrapados en el rol del hacedor compulsivo.


Todo pasa por nosotros, todo depende de nosotros, todo requiere nuestra atención, hasta que, sin darte cuenta, lo urgente se ha comido lo importante.


La empresa crece, sí. Pero también crece tu cansancio.


Tu frustración.


Tu desconexión con el propósito que te impulsó al principio.


Y lo peor es que ni siquiera lo notas.


Porque sigues ocupado.


Porque tu calendario está lleno. Porque todos los días estás “a tope”.


Porque incluso te felicitan por estar tan comprometido.


Porque confundes sentirte necesario con ser estratégico.


Y cuidado con esto último. De verdad. Apúntalo en la pared de tu oficina.


Que te necesiten todo el tiempo no te convierte en buen líder. Te convierte en cuello de botella.

Y si quiero de verdad estar ocupado con lo que "meuve la aguja" hacia debo llevar mi empresa, ¿qué puedo hacer?


Pues John Maxwell lo explica con una claridad crístalina. Lo llama la Ley de la Prioridad.


No es una fórmula mágica, pero sí un filtro brutal. Un ejercicio que, si te lo tomas en serio, puede reordenar tu manera de orientar y liderar.


Cada día deberías sentarte y responder con honestidad estas tres preguntas:


La primera. ¿Qué se requiere?


¿Qué es lo que sí o sí hay que hacer? No lo que “estaría bien”, ni lo que otros esperan, ni lo que haces por costumbre. Lo que es realmente imprescindible.


Y te aviso, muchas cosas que llevas haciendo años ya no son necesarias. Solo sigues repitiendo rutinas que nadie se ha parado a cuestionar.


La segunda. ¿Qué da el mayor retorno?


¿En qué actividades tu tiempo tiene más impacto por cada hora invertida?¿Dónde tu presencia, tu criterio y tu visión realmente marcan la diferencia?


La mayoría de los empresarios invierte horas respondiendo correos, revisando informes o llamadas que otro podría gestionar, mientras pospone decisiones que podrían cambiar el rumbo del negocio.


Eso no es eficiencia. Es evasión disfrazada de productividad.


Por último. ¿Qué trae la mayor recompensa?


Y esta es la más incómoda. Porque ya no es profesional, es personal.


¿Qué tareas te conectan con el propósito por el que empezaste todo esto?¿Dónde sientes impulso, energía, sentido?


No es solo lo que genera más ingresos. Es lo que te recuerda por qué vale la pena.


Y si has perdido eso, cuidado.


Porque puede que estés construyendo una empresa que ya no quieres liderar.


Estas preguntas no son filosóficas.


Son prácticas. Urgentes. Crudas.


No están pensadas para decorar tu cuaderno de productividad. Están hechas para enfrentarte a lo que haces con tu tiempo y tu energía.


Y si no te las haces, te puede pasar lo que le ocurre a miles de empresarios, trabajan 12 horas al día y, sin embargo, se sienten estancados, o peor, sienten que están avanzando, pero en la dirección equivocada.


Y en el mundo empresarial, avanzar rápido en la dirección equivocada no es progreso. Es catástrofe acelerada.


Como decía aquella canción ochentera: “Voy a ninguna parte… y voy rápido.”


Muchos líderes a los que asesoro me dicen, “Andrés, es que no tengo tiempo”.


Y cuando les pregunto en qué se les va, me describen un día lleno de tareas, pero vacío de impacto.


Porque responder todos los correos no te convierte en mejor profesional. Hacer diez reuniones al día no te vuelve más estratégico.Y estar todo el tiempo “haciendo cosas” puede ser justo lo que te aleja de lo que deberías estar creando.


Pero claro, hacer lo importante implica riesgo.


Elegir bien significa renunciar.


Y ahí está la trampa, lo prioritario no suele sentirse como urgente, pero es lo que lo cambia todo.


Piénsalo...


Estoy convencido, que el verdadero liderazgo no es hacer más. Es tener el coraje de hacer menos, pero lo que realmente importa.


Dejar de esconderte detrás del movimiento para empezar a avanzar con intención. Aceptar que tu valor como fundador, CEO o director no está en lo mucho que haces, sino en lo bien que eliges qué no hacer.


Y por eso este artículo no es un consejo.


Es una advertencia.


No estás aquí para correr más rápido.


Estás aquí para elegir hacia dónde correr.


Y si hoy no tienes tiempo para lo que de verdad importa, entonces, no estás liderando.


Estás sobreviviendo.


Nos leemos en la edición 96


Si necesitas ayuda a saber que priorizar y cómo saber cuál es la esencia de tu negocio, no dudes en contactarme. Te puedo acompañar a que lo descubras y que puedas dedicar tu tiempo a lo que realmente importa. Contáctame a mi mail andres.mulas@adenormex.com o en linkedin.


🫂 Un abrazo, Andrés.

Si esta edición te ha resultado útil, compártela con alguien que también quiera mejorar.Y si aún no te has suscrito, puedes hacerlo en andresmulas.com


Y si necesitas contactarme, en mi web puedes hacerlo o escribiendo a andres.mulas@adenormex.com


#gestionempresarial#AndresMulas#TheMomentum#liderazgo#prioridades#estrategiaempresarial#productividadreal#consultoriaestrategica#direccionempresarial#leydelaprioridad#decisionestrategicas#efectividad#menosperoimportante#impactoempresarial#accionconproposito#altorendimiento

Comentarios


bottom of page