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Cómo Navegar el Caos y Encontrar Éxito en el Desorden

La vida tiende hacia el caos. Nuestro trabajo consiste en poner orden, solo lo suficiente. - Henry Miller.

Para los muchachos

¿A quién no le gusta el caos?

Todos decimos que no, pero todos vivimos en él.


De hecho, el principio de la entropía habla de eso, de que todo tiende al caos. Nuestra mente necesita orden. Y que para conseguir el orden que nuestra mente adora, es necesario usar energía. Y la energía que podemos usar tiene límites.


Pero no nos engañemos, es agotador vivir en el orden. Demasiada energía invertida para mantenerlo y de manera constante. Si no me crees, deja de poner energía en lo que haces y verás cómo tu vida se convierte en un caos. Y si no, deja de lavar los platos una semana en tu casa. Y me cuentas...

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Hace muchos años, uno de esos grandes amigos, de los que ya son para toda la vida, aunque el tiempo y el espacio te separen, me dijo esta frase:

"Tienes que aprender a vivir en el caos, tienes que fluir con él".


El contexto era de lo más caótico. Posiblemente verano de 1994, una casa con ocho amigos en sus veintitantos, celebrando 15 días de vacaciones en una playa del litoral español.


El caos en estado puro.


Y uno intentando poner orden y estructura en ese caos para sobrevivir esas dos semanas. Una tarea titánica, solo al alcance de los dioses. No todos estaban de acuerdo con mi propuesta de orden. Muy en desacuerdo para no faltar a la verdad. Gritos y empujones que no llegaron a más porque ya nos conocíamos demasiado como para llegar a los golpes.


Pues con aquella frase me exilié (o me exiliaron) el resto del día. Me las pasé sentado solo en una playa, meditando sobre lo que había ocurrido y esa frase. Fue de los mejores consejos que he recibido en mi vida.

Fluye con el caos y cuando lo entiendas, entonces podrás poner orden.

Ese principio y unas horas en soledad pensando fueron, son y serán mi mejor herramienta, personal y profesional.


Y lo mejor de todo, mucho tiempo más tarde me di cuenta que este era mi superpoder.


Identificar el caos, involucrarme con él, ver cómo funciona, enamorarme de él y luego comenzar a ordenarlo para que sea asimilable y más fácil de mantener controlado.


Porque no nos olvidemos que el universo tiende al caos. No se puede eliminar, solo lo podemos intentar controlar. Domarlo quizá, pero en cuanto dejas de ponerle energía, vuelve.


Cuando voy a una empresa lo primero que hago es eso, involucrarme con él.


¿Cómo se hace eso? Escuchando, escuchando y escuchando. Es un placer para mí entrar poco a poco en el caos.


Es como entrar en el mar caminando por la arena y vas pisando poco a poco, el agua te va cubriendo, hasta que entras por completo y flotas. El control se hace cada vez más difícil, con el vaivén de las olas. Y empiezas a pensar hacia dónde moverte, qué hacer, y vigilas las olas, la corriente; empiezas a entender y fluyes. Si no lo haces así, la energía que vas a consumir te va a agotar. No te recomiendo agotarte en medio del mar o en medio de un proyecto.


En las empresas esto lo consigo escuchando, haciendo las preguntas correctas y volviendo a escuchar. Necesito entender el caos para el que me han contratado. Para domar algo, primero debes saber cómo se comporta.


He conocido a cientos de empresarios, casi todos increíblemente exitosos y brillantes, que consiguieron una forma de domar el caos y llevar sus empresas a niveles impresionantes.


Pero la inmensa mayoría de ellos tenía controlado el caos e todo lo relacionado con las ventas. Auténticos genios en cómo crear negocio. Éxito en conseguir ingresos y clientes (de eso se trata al final), pero con auténtico caos en muchas otras áreas que soportaban ese éxito.


Son los que he conocido, porque son los que me contratan, imagino. ¿Quién necesita un asesor o un mentor cuando el caos está controlado?


Recapitulemos para no perdernos. Ya sabes que lo primero que debes saber para controlar el caos es aprender a fluir con él. Pero fluir no significa dejarse arrastrar. Significa fluir para aprender a vivir dentro de él, entenderlo y así poder canalizarlo hacia el orden.


Pero desesperarse, enfadarse, intentar que desaparezca o culpar a otros no ayuda en nada. A mayor intento de control, mayor resistencia. Recuerda que es un problema de energía limitada. Y por desgracia esa energía, en las empresas, se presenta muchas veces en forma de dinero.


Como sé que el caos va a estar siempre presente en tu vida (en la mía y en al de todos), déjame que te dé unos tips que me han sido útiles para controlar situaciones caóticas, en especial cuando todo parece estar en juego.


➡️Divide para conquistar: No intentes arreglar todo al mismo tiempo. Identifica áreas específicas de caos y abórdalas una por una. Esto reduce la sensación de sobrecarga y te permite tener victorias pequeñas pero significativas.


➡️Escucha activa: Ya sea en un entorno de trabajo o en la vida personal, escuchar a los involucrados sin juzgar te permitirá entender la verdadera causa del caos. A veces es una cuestión de comunicación, otras veces es falta de claridad en los roles.


➡️Elige tus batallas: No todo necesita ser ordenado al máximo. Pregúntate si realmente necesitas controlar cada aspecto o si hay zonas en las que el caos puede ser beneficioso, fomentando creatividad o flexibilidad. La clave está en identificar lo que es realmente prioritario.


➡️Respira y delega: Una mente en calma y un equipo de confianza son tus mejores aliados. Cuando sientas que la situación te supera, respira profundo y busca ayuda. No tienes que enfrentarlo solo ni justo en este momento. (Recuerda mis horas meditando al borde del mar).


➡️Define el “orden suficiente”: No busques la perfección. Define hasta dónde quieres llegar, el "orden mínimo" que necesitas para mantenerte a flote, y acepta que un poco de desorden puede ser inevitable y hasta saludable. Para los emprendedores y líderes más controladores, un día entenderás esto y serás mucho más feliz.


Mi Reflexión Final

Al final de cuentas, el caos no es el enemigo que pensamos. Nos exige energía, sí, pero también es el espacio donde florecen la creatividad, la adaptabilidad y el verdadero crecimiento.


Aceptarlo en su justa medida, sin dejar que nos devore ni empeñarnos en sofocarlo completamente, es un acto de sabiduría y equilibrio.


No estamos hechos para vivir en el orden absoluto, ni para caer al desorden total, sino para aprender a balancearnos entre ambos, fluyendo y poniendo orden donde realmente importa.


Vivir con el caos no es una rendición, sino una alianza. Nos invita a conocernos, a ser humildes y a descubrir que, en ocasiones, la energía que empleamos intentando controlarlo es mejor invertida en aprender a fluir. Domínalo sin buscar erradicarlo.


Quizá esa es la verdadera paz en medio del caos: entender que, para vivir plenamente, debemos encontrar armonía entre el control y la entrega.


Por último, gracias mi buen Oli por aquel consejo y a todos los muchachos por esos 15 días y otros tantos que tuvimos en aquellos increíbles y caóticos años.

Y hasta aquí la newsletter de esta semana ¿te cuesta fluir con el caos o te encanta surfear en él? ¡Me encantaría escuchar tus experiencias sobre este tema!


Saludos a todos(as) y un fuerte abrazo,

Andrés


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¡Sigamos aprendiendo juntos!


También me encantaría escuchar tus experiencias, dudas y reflexiones. Si quieres, escríbeme en Linkedin o en mi web andresmulas.com, siempre contesto.

FAQS

  1. ¿Es posible eliminar completamente el caos en un proyecto? No, el caos es inevitable. Lo importante es aprender a gestionarlo y a usarlo en nuestro favor.

  2. ¿Por qué escuchar es tan importante en situaciones caóticas? Porque el caos suele esconder problemas de comunicación. Escuchar te permite entender las raíces y reducir la confusión.

  3. ¿Qué significa “fluir con el caos”? Fluir implica aceptar el caos, identificar sus patrones y saber cuándo intervenir. Es aprender a vivir en equilibrio entre el desorden y el control.

  4. ¿Cómo puedo saber si estoy controlando demasiado una situación? Cuando sientes agotamiento constante y estrés. El control total consume mucha energía; define tus prioridades y evita la perfección.

  5. ¿Es malo dejar que algunas áreas mantengan cierto grado de caos? No, algunas áreas (como la creatividad) necesitan flexibilidad. El equilibrio es clave; deja espacio para la innovación.






 
 
 

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