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El Mapa No Es el Territorio: Cómo Nuestros Sesgos Distorsionan la Realidad

El primer principio es que no debes engañarte a ti mismo, y tú eres la persona más fácil de engañar. - Richard Feynman

Ya sabéis que soy un apasionado (por no decir un friki) de todo lo relacionado con los sesgos, las falacias y los modelos mentales. Ya hemos hablado en esta newsletter sobre modelos mentales. Ahora me toca comenzar a abordarel tema de los sesgosn los heurísticos y las falacias lógicas.

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¿Pero no son lo mismo las tres cosas?

Eeehhh, no. No exactamente. Están relacioandos pero no son lo mismo.

Me explico.

Mientras que los sesgos y los heurísticos se relacionan más con procesos cognitivos automáticos o semiautomáticos que ayudan a simplificar el procesamiento de la información, las falacias se refieren a errores en la estructura lógica de los argumentos.

Eso sí, todos juegan un papel importante en cómo interpretamos la información, tomamos decisiones y defendemos nuestras posiciones. Actúan en el mismo campo, "juegan" a lo mismo pero de diferente forma.

Voy más al detalle para intentar explicame mejor.


¿Qué es un Sesgo?

Un sesgo es la tendencia o inclinación subconsciente que afecta nuestras decisiones y percepciones, alejándonos de la objetividad.

Por ejemplo, el sesgo de confirmación en las redes sociales: una persona solo sigue cuentas que refuerzan sus propias creencias políticas o sociales, ignorando o desestimando información que podría contradecirlas. Esto refuerza sus creencias previas sin considerar perspectivas alternativas.


¿Qué es un Heurístico?

Un heurístico es un atajo mental utilizado para tomar decisiones rápidas sin analizar en profundidad toda la información disponible.

Por ejemplo, el heurístico de la similitud al elegir un producto: un consumidor compra un tipo específico de cereal en el supermercado simplemente porque el empaque se parece al de su marca favorita, asumiendo sin mayor análisis que la calidad será similar.


¿Qué es una Falacia Lógica?

Una falacia es un error de lógica en un argumento que lo hace inválido. Se puede utilizar de forma involuntaria o voluntaria.

Por ejemplo, la falacia de falsa causa al interpretar eventos: una persona cree que llevar su camiseta de la suerte es la razón por la que su equipo de fútbol gana, estableciendo una conexión causal sin base real entre el acto de llevar la camiseta y el resultado del juego.


Pues, como es un tema que me obsesiona y que todos sufrimos, me he impuesto la tarea de reflexionar cada cierto tiempo sobre ellos. Desde que me "apasioné" por ellos, mi percepción de las cosas y la calidad de mis opiniones y de mi trabajo como asesor de empresas ha mejorado de manera exponencial. Pero aún estoy muy lejos de donde me gustaría llegar.


Este año, en el máster que aún estoy haciendo (una mezcla de sufrimiento y conocimiento a partes iguales) en Resolución de Problemas Complejos, he reafirmado algo que ya sospechaba: todos tenemos sesgos.

"Vaya descubrimiento Andrés, ya lo habías dicho."

Y además ya lo sabía, pero cuando en un máster de este calado, lo primero que te enseñan es a saber cuáles son tus sesgos y cómo contrarrestarlos, pues vuelves a caer en cuenta.


Y de esa herramienta para contrarrestar tus sesgos te quiero hablar hoy.

Una herramienta que puede cambiar radicalmente nuestra manera de tomar decisiones. Por lo menos, la manera de comenzar a investigar un problema antes de generar y aplicar una solución a la ligera.

Hoy, quiero compartir esta herramienta con todos vosotros, esperando que pueda mejorar nuestra capacidad para enfrentar los desafíos cotidianos.


Imagina por un momento que en tu empresa hay un problema grave con la puntualidad. Todos parecen haberse puesto de acuerdo para llegar tarde, y la situación se ha vuelto insostenible. Ante esto, es fácil pensar que el problema es simplemente que los responsables han sido demasiado permisivos, que la gente ya no es como antes y le da igual el trabajo o que hay un complot entre tus empleados contra ti (no soy adepto a las teorías de la conspiración).


Todas estas posibles causas a tu problema pueden (suelen) estar sesgadas por nuestra forma de ser, nuestra experiencia o lo que hemos oído de otros.


Rápidamente decides que ante este panorama lo que hay que hacer es ser más estrictos. Mano dura es lo que necesitan.

Pero... espérame tantito.

Este tipo de problemas suelen ser más complejos de lo que parecen. Aplicar una solución simple, como endurecer las normas, es un ejemplo claro de un sesgo por sí mismo: el de buscar soluciones simples para problemas complejos. (Sesgo de la Solución Simplista).


No quiero entrar en la Resolución de Problemas aquí, ya reflexionaremos mucho sobre eso en cuanto acabe el Máster, pero sí quiero entrar en la necesidad de resolver el problema "libre de ataduras".

La idea es que antes de resolver un problema complejo, debemos llegar con el menor número de sesgos posibles. Pero como humanos, hacer eso es una tarea increíblemente difícil sin un método.


Lo que se necesita no es la voluntad de creer, sino el deseo de encontrar lo que es verdadero. - Bertrand Russell

¿Y cuál es ese método?

Es muy sencillo pero increíblemente potente.

Lo primero que debemos hacer es una lista de mis sesgos antes de comenzar a elegir uan solución o a tomar decisiones. Sí, mis primeras opiniones que primero se vienen a mi cabeza sin filtrar nada.


En este caso de al puntualidad, estos podrían ser mis primeras impresiones sesgadas.

  • "Creo que la gente no se toma en serio su trabajo y van por inercia cada mañana. Es un problema de educación." (Sesgo de Efecto halo)

  • No tienen idea de la importancia de la puntualidad en la vida y las empresas. Es un problema de desconocimiento. (Efecto Dunning-Kruger)

  • Todos mis amigos empresarios me dicen que es un problema generacional y que esto antes no pasaba. (Sesgos de Confirmación)

  • Fulanito, siempre llega tarde y como es seguro que afecta al resto. Las manzanas podridas hay que eliminarlas cuanto antes. (Sesgo de Efecto halo y de la Solución Simplista)


No parece que estoy diciendo cosas raras, pues todas estas opiniones pueden llevar un sesgo asociado. ¿Quiere decir que todas están mal y que estoy equivocado? NO.

Puede que algunas sean ciertas pero debes ponerlas, cuanto menos, a prueba antes de darlas como "dogmas de fe".


La segunda parte del método es, una vez redactados todos mis sesgos (en el fondo son mis opiniones precreadas), redacto de cada opinión, qué información debería encontrar para cambiar mi forma de pensar. Es decir, me pongo en el caso de "si ocurriera tal cosa, ¿dejaría de pensar de esa forma?".


Estos serían mis contra sesgos de cada una de mis afirmaciones.

  • Si después de hablar con los empleados me han dicho que les encanta el trabajo, la valoración de su trabajo está por encima de la media del sector y además, la rotación está en mínimos históricos, entonces dejaré de pensar que la gente no valora su trabajo.

  • Haciendo entrevista a los empleados más importantes de la empresa, me comunican que la puntualidad es uno de los valores que ayudan a diferenciarse como individuo y como empresa y proporcionan una ventaja competitiva. Leer mi artículo sobre este tema de la puntualidad.

  • Al hacer una lista de las personas que llegan tarde, nos damos cuenta de que hay personas de todas las edades y generaciones. El ser de una generación concreta no afecta a la puntualidad.

  • Entrevisto a las personas de la empresa que trabajan con esa persona problemática, y me dicen que es un ejemplo en el trabajo, que siempre está para ayudar y que nunca se va hasta acabar su trabajo. Es un modelo a seguir.

A esto me refiero. Escribo, que debería ocurrir para refutar mis primeras impresiones sesgadas. Si consigo que mis contra-sesgos sean verdaderos, mi primera afirmación no es tan real como me pareció al inicio. ¿No crees? Espero haberme explicado.


Lo mejor de hacer este ejercicio es que, para poder analizar bien, debo establecer unas métricas para saber scómo están las cosas realmente.

Ya han salido varias métricas. Medir la puntualidad por personas añadiendo la edad, que refleje entradas y salidas, medir la satisfacción de los empleados, la rotación, conocer si los valores de mi empresa se conocen y se comparten, etc.


Muchas veces tus primeras impresiones serán reales y habrás acertado. Enhorabuena, ya sabes cómo atacar el problema. Ya no vas a tomar decisiones a ciegas. Y estarás seguro de haber acertado con alguan de las causas.

Al principio cuesta mucho hacer esto y no siempre tenemos tanto tiempo a la hora de tomar decisiones. Este ejercicio es solo para esos problemas complejos que afectan a tu negocio de manera importante y sobre todo que afectan a las personas o a los stakeholders.


Mi Reflexión Final

Entender y manejar nuestros sesgos es como aprender a navegar con un mapa que sabemos que tiene errores. Aceptamos que no vemos el mundo tal cual es, sino filtrado a través de nuestras experiencias y creencias.

No busco hacernos sentir mal por tener sesgos; todos los tenemos. Más bien, es un paso hacia ser más claros y justos en cómo vemos las cosas y tomamos decisiones.


Nos ayuda a ser más conscientes de por qué pensamos lo que pensamos y a estar abiertos a cambiar de opinión cuando la evidencia lo sugiere. No se trata de ser perfectos, sino de estar dispuestos a aprender y mejorar.


Este enfoque nos beneficia en dos grandes maneras. Primero, mejora cómo interactuamos con los demás, dándonos la paciencia y empatía para entender que, igual que nosotros, ellos también ven el mundo a través de sus propios filtros. Segundo, nos hace mejores a la hora de tomar decisiones, ya que buscamos entender todas las caras de una situación antes de actuar.


En resumen, reconocer y trabajar en nuestros sesgos es un ejercicio continuo, uno que no termina. Cada día trae nuevas oportunidades para ver más allá de nuestras ideas preconcebidas.s. En el fondo, es un camino hacia ser más humanos y, quizá, un poco más sabios.


Y hasta aquí la newsletter de esta semana. Un poco más filosófica que en otras ocasiones, pero para mi descubrir los sesgos me cambió ya hace unos años.


Un fuerte abrazo, Andrés.

Me encantaría escuchar tus experiencias, dudas y reflexiones. Si quieres, escríbeme en mi web andresmulas.com o en linkedin, siempre contesto.

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